Como dije, tenemos nueva simiente...Recuerdo aquella tradición que narra cómo unos monjes griegos, en misión evangelizadora en tierra persa, consiguieron eludir la prohibición del comercio de gusanos en el imperio con un simple ardid, escondieron en sus cayados semillas de morera y huevos. Así llegó la Sericicultura a Europa. Fantasías a un lado, la historia continúa...