Morada 5ª, Cap. II del Libro de las Moradas. Santa Teresa de Jesús, año 1577.
...Ya habréis oído sus maravillas en como se cría la seda, que solo Él pudo hacer semejante invención, y como de una simiente, que es a manera de grano de pimienta pequeño (que yo nunca la he visto, sino oído, y así si algo fuere torcido no es mía la culpa), con el calor, en comenzando a haber hoja en los morales comienza esta simiente a vivir; que hasta que hay este mantenimiento de que se sustenta está muerta; y con hojas de moral se crían, hasta que después de grandes les ponen unas ramillas y allí con las horquillas van de sí mismos hilando la seda, y hacen unos capuchillos muy apretados donde se encierran; y acaba este gusano, que es grande y feo, y sale del mismo capucho una mariposica blanca, muy graciosa.
Mas si esto no se viese, sino que nos lo contaron de otros tiempos, ¿Quién lo pudiera creer?...